Esclavizada en la más profunda congoja y sofocada por la terrible angustia de haber sido abandonado por el hombre que amó con tanta pasión, una muchacha de 21 años, estudiante de gastronomía en un instituto local, decidió quitarse la vida ayer ingiriendo un poderoso raticida, en su vivienda de Buenos Aires, Víctor Larco.
Se trata de Lizeth Linda Ureña Iglesias, quien al promediar las 6.20 a.m. se levantó de su cama con el alma destrozada, recordando la fuerte discusión que sostuvo con su enamorado el último fin de semana.
Aprovechando que su madre aún dormía, se dirigió al desván y tomó de allí un frasco con veneno, para luego encerrarse con él en su habitación.
Armada de valor, y con el rostro bañado en lágrimas, ingirió la sustancia tóxica por completo, motivada por el inexplicable deseo de acabar con su tristeza.
Los efectos nocivos del veneno le pasaron la factura casi de inmediato, pues a los pocos minutos de la ingesta, comenzó a arrojar espuma blanca por la boca y a retorcerse de dolor en el suelo.
Los gritos despertaron a su progenitora. Ella entró en la alcoba y la encontró tendida, en medio de una escena aterradora. Sin dejar pasar un instante más, le llevó de inmediato al Hospital Belén.
Allí fue atendida por los médicos de la Unidad de Emergencia, quienes le practicaron un lavado gástrico a profundidad. No obstante, su situación empeoró, y a las pocas horas los médicos notificaron su deceso.
Los hermanos de la joven, Alberto y Giancarlo, protagonizaban desgarradoras tras enterarse de la noticia. “La culpa la tiene ese desgraciado por haberla dejado”, dijeron con llanto amargo.
Al cierre de edición, sus restos permanecían en la morgue, donde se les hizo la autopsia de ley. Después serán llevados a su vivienda en la calle Bolivia, de Buenos Aires Norte.
Hace apenas dos semanas, el 26 de junio, había cumplido 21 años.
OTRO CASO
Otro caso similar se registró en otro punto de la ciudad. A las 10.30 de la mañana, en su domicilio situado en el pasaje Juan Vélez Córdova, sector Mampuesto, en la entrada de El Porvenir, la recicladora Katherine Yesenia Santos Cruz (16) tomó seis tabletas del antihistamínico ‘Kirkland Signatura, Allegry Medicine’ para dejar este mundo y olvidar la pena de haber roto la relación con su enamorado.
A los pocos minutos, los 25 miligramos de cada pastilla –cuya fecha de vencimiento fue en marzo de 2010- paralizaron sus funciones vocales y zonas corporales. “Yo estaba preparando el desayuno y, cuando me di cuenta, Katty estaba en el suelo con los ojos abiertos. No entendía lo que me decía porque no hablaba bien. Cuando la llevé a la posta El Esfuerzo (Florencia de Mora), los doctores se negaron a atenderla aduciendo que el medicamento no es muy fuerte”, precisó su madre Flor Cruz Alfaro (46).(Satelite)
Se trata de Lizeth Linda Ureña Iglesias, quien al promediar las 6.20 a.m. se levantó de su cama con el alma destrozada, recordando la fuerte discusión que sostuvo con su enamorado el último fin de semana.
Aprovechando que su madre aún dormía, se dirigió al desván y tomó de allí un frasco con veneno, para luego encerrarse con él en su habitación.
Armada de valor, y con el rostro bañado en lágrimas, ingirió la sustancia tóxica por completo, motivada por el inexplicable deseo de acabar con su tristeza.
Los efectos nocivos del veneno le pasaron la factura casi de inmediato, pues a los pocos minutos de la ingesta, comenzó a arrojar espuma blanca por la boca y a retorcerse de dolor en el suelo.
Los gritos despertaron a su progenitora. Ella entró en la alcoba y la encontró tendida, en medio de una escena aterradora. Sin dejar pasar un instante más, le llevó de inmediato al Hospital Belén.
Allí fue atendida por los médicos de la Unidad de Emergencia, quienes le practicaron un lavado gástrico a profundidad. No obstante, su situación empeoró, y a las pocas horas los médicos notificaron su deceso.
Los hermanos de la joven, Alberto y Giancarlo, protagonizaban desgarradoras tras enterarse de la noticia. “La culpa la tiene ese desgraciado por haberla dejado”, dijeron con llanto amargo.
Al cierre de edición, sus restos permanecían en la morgue, donde se les hizo la autopsia de ley. Después serán llevados a su vivienda en la calle Bolivia, de Buenos Aires Norte.
Hace apenas dos semanas, el 26 de junio, había cumplido 21 años.
OTRO CASO
Otro caso similar se registró en otro punto de la ciudad. A las 10.30 de la mañana, en su domicilio situado en el pasaje Juan Vélez Córdova, sector Mampuesto, en la entrada de El Porvenir, la recicladora Katherine Yesenia Santos Cruz (16) tomó seis tabletas del antihistamínico ‘Kirkland Signatura, Allegry Medicine’ para dejar este mundo y olvidar la pena de haber roto la relación con su enamorado.
A los pocos minutos, los 25 miligramos de cada pastilla –cuya fecha de vencimiento fue en marzo de 2010- paralizaron sus funciones vocales y zonas corporales. “Yo estaba preparando el desayuno y, cuando me di cuenta, Katty estaba en el suelo con los ojos abiertos. No entendía lo que me decía porque no hablaba bien. Cuando la llevé a la posta El Esfuerzo (Florencia de Mora), los doctores se negaron a atenderla aduciendo que el medicamento no es muy fuerte”, precisó su madre Flor Cruz Alfaro (46).(Satelite)
kiero saver cosas sobre lizeth linda pork unos amigos q la conosen a ella me dijeron q esta viva y no se si creerle pero kiero el msn de algun familiar de lizeth linda para poder platicar sobre ella aki les dejo mi msn elperfil_12@hotmail.com espero algun messenger de un familiar de lizeth linda gracias
ResponderEliminarGracias por su comprencion