El ganador del premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, rememoró cada momento de su vida en Perú, mencionando a Arequipa, ciudad donde nació; Piura, Miraflores, el colegio militar Leoncio Prado y el extinto diario La Crónica.
Durante su discurso ante la Academia Sueca, acto previo a la entrega del galardón, que se realizará este viernes a las 10:00 horas (tiempo de Perú), también habló sobre su paso por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la fundación del Movimiento Libertad, que lideró.
“Perú es para mí una Arequipa, donde nací pero nunca viví, una ciudad que mi madre, mis abuelos y mis tíos me enseñaron a conocer a través de sus recuerdos y añoranzas, porque toda mi tribu familiar, como suelen hacer los arequipeños, se llevó siempre a la Ciudad Blanca con ella a su andariega existencia.”
Asimismo mencionó que Perú también es la Piura “del desierto, el algarrobo y el sufrido burrito”, al que, señaló, “los piuranos llamaban ‘pie ajeno’, lindo y triste apelativo”.
“Es el colegio San Miguel y el teatro Variedades, donde por primera vez vi subir al escenario una obrita escrita por mí. Es la esquina de Diego Ferré y Colón, en el Miraflores limeño, donde cambié el pantalón corto por el largo, fumé mi primer cigarrillo, aprendí a bailar, a enamorar y a declararme a las chicas.”
Igualmente precisó que también “es la polvorienta y temblorosa” redacción del diario La Crónica, donde a sus 16 años pudo ejercer de periodista, lo que, junto con la literatura, “ha ocupado casi toda mi vida y me ha hecho, como los libros, vivir más, conocer mejor el mundo y frecuentar a gente de todas partes y de todos los registros”.
“Es el colegio militar Leoncio Prado, donde aprendí que Perú no era el pequeño reducto de clase media en el que había vivido hasta entonces confinado y protegido, sino un país grande, antiguo, enconado, desigual y sacudido por toda clase de tormentas sociales.”
También recordó “las células clandestinas de Cahuide, en las que con un puñado de sanmarquinos preparábamos la revolución mundial”.
“Y Perú son mis amigos del Movimiento Libertad, con los que por tres años, entre bombas, apagones y asesinatos del terrorismo, trabajamos en defensa de la democracia y la cultura de la libertad.”
Su discurso “Elogio de la lectura y la ficción” fue seguido por un grupo de invitados peruanos y extranjeros, entre los que destacaba su familia; el representante de Perú y presidente del Lugar de la Memoria, Fernado de Szyszlo; el ministro de Cultura, Juan Ossio; así como la defensora del Pueblo, Beatriz Merino- www.teveotrujillo.com .
Durante su discurso ante la Academia Sueca, acto previo a la entrega del galardón, que se realizará este viernes a las 10:00 horas (tiempo de Perú), también habló sobre su paso por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la fundación del Movimiento Libertad, que lideró.
“Perú es para mí una Arequipa, donde nací pero nunca viví, una ciudad que mi madre, mis abuelos y mis tíos me enseñaron a conocer a través de sus recuerdos y añoranzas, porque toda mi tribu familiar, como suelen hacer los arequipeños, se llevó siempre a la Ciudad Blanca con ella a su andariega existencia.”
Asimismo mencionó que Perú también es la Piura “del desierto, el algarrobo y el sufrido burrito”, al que, señaló, “los piuranos llamaban ‘pie ajeno’, lindo y triste apelativo”.
“Es el colegio San Miguel y el teatro Variedades, donde por primera vez vi subir al escenario una obrita escrita por mí. Es la esquina de Diego Ferré y Colón, en el Miraflores limeño, donde cambié el pantalón corto por el largo, fumé mi primer cigarrillo, aprendí a bailar, a enamorar y a declararme a las chicas.”
Igualmente precisó que también “es la polvorienta y temblorosa” redacción del diario La Crónica, donde a sus 16 años pudo ejercer de periodista, lo que, junto con la literatura, “ha ocupado casi toda mi vida y me ha hecho, como los libros, vivir más, conocer mejor el mundo y frecuentar a gente de todas partes y de todos los registros”.
“Es el colegio militar Leoncio Prado, donde aprendí que Perú no era el pequeño reducto de clase media en el que había vivido hasta entonces confinado y protegido, sino un país grande, antiguo, enconado, desigual y sacudido por toda clase de tormentas sociales.”
También recordó “las células clandestinas de Cahuide, en las que con un puñado de sanmarquinos preparábamos la revolución mundial”.
“Y Perú son mis amigos del Movimiento Libertad, con los que por tres años, entre bombas, apagones y asesinatos del terrorismo, trabajamos en defensa de la democracia y la cultura de la libertad.”
Su discurso “Elogio de la lectura y la ficción” fue seguido por un grupo de invitados peruanos y extranjeros, entre los que destacaba su familia; el representante de Perú y presidente del Lugar de la Memoria, Fernado de Szyszlo; el ministro de Cultura, Juan Ossio; así como la defensora del Pueblo, Beatriz Merino- www.teveotrujillo.com .
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